miércoles, 16 de marzo de 2022

DIARIO DE APRENDIZAJE. Entrada 5

 Tenemos que romper con el paradigma de la evaluación.




Lo digo rotundo porque estoy totalmente convencido de ello. Tradicionalmente la evaluación se ha utilizado con carácter finalista con la intención de medir los conocimientos adquiridos y no digo que esté mal, lo que digo es que es muy pobre. En un sistema educativo que ya ha dado pasos en programar más allá de los contenidos seguimos estancados porque la evaluación está estancada.


Dejamos la evaluación para el final por varios motivos, uno de los más importantes es la comodidad, y no lo digo como algo negativo, todo lo contrario. No conozco a ningún docente que no esté sobrecargado de trabajo, ya que más allá del trabajo puramente docente, que ya es una barbaridad, muchos tenemos una carga mucho mayor entre curos, como el que estoy haciendo, proyectos, nuevas metodologías, cooperativo, aprendizaje y servicio, equipos Directivos, de Calidad, de Innovación, y un interminable etc. Como resultado de esa sobrecarga tenemos que economizar el tiempo y esfuerzo e ir a lo más esencial y vamos directos a la evaluación finalista, que es muy importante y es la que nos exigen las diferentes administraciones.


¿En qué otros momentos podríamos evaluar? Pues para mí está claro, Antes (Evaluación Inicial) y Durante (Evaluación intermedia o de proceso). En la evaluación inicial podemos obtener información muy valiosa mucho más allá de los conocimientos previos que nos permitan conocer mucho mejor a nuestro alumnado y construir a partir de ahí un vínculo de oro.
Por otro lado, deberíamos plantearnos, al menos yo lo hago, si sería interesante introducir más agentes a la evaluación. De ese modo otros docentes y sobre todo el resto de alumnos (co-evaluación) y cada uno de ellos en su propio trabajo (auto-evaluación) se harían protagonistas de todo el proceso, de principio a fin y conseguiríamos hacer real el sueño de una evaluación de 360º que realmente sirva para ayudar al alumnado.


Como reflexión te dejo algunas preguntas:

  • ¿Evalúas tu evaluación?
  • Si lo haces, ¿cómo?
  • Tanto si lo haces como si no, ¿Cómo te gustaría que fuese?


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